martes, 22 de mayo de 2018

La escena. La casa de bernarda Alba



Acto II



Habitación blanca del interior de la casa de BERNARDA. Las puertas de la izquierda dan a los dormitorios. Las HIJAS de BERNARDA están sentadas en sillas bajas cosiendo. MAGDALENA borda. Con ellas está LA PONCIA.




ANGUSTIAS.-  Ya he cortado la tercera sábana.

MARTIRIO.-  Le corresponde a Amelia.

MAGDALENA.-  Angustias. ¿Pongo también las iniciales de Pepe?

ANGUSTIAS.-   (Seca.) No.

MAGDALENA.-   (A voces.) Adela, ¿no vienes?

AMELIA.-  Estará echada en la cama.

LA PONCIA.-  Ésta tiene algo. La encuentro sin sosiego, temblona, asustada como si tuviese una lagartija entre los pechos.

MARTIRIO.-  No tiene ni más ni menos que lo que tenemos todas.

MAGDALENA.-  Todas, menos Angustias.

ANGUSTIAS.-  Yo me encuentro bien y al que le duela que reviente.

MAGDALENA.-  Desde luego que hay que reconocer que lo mejor que has tenido siempre es el talle y la delicadeza.

ANGUSTIAS.-  Afortunadamente, pronto voy a salir de este infierno.

MAGDALENA.-  ¡A lo mejor no sales!

MARTIRIO.-  Dejar esa conversación.

ANGUSTIAS.-  Y además, ¡más vale onza en el arca que ojos negros en la cara!

MAGDALENA.-  Por un oído me entra y por otro me sale.

AMELIA.-   (A LA PONCIA.) Abre la puerta del patio a ver si nos entra un poco de fresco.



(La CRIADA lo hace.)




MARTIRIO.-  Esta noche pasada no me podía quedar dormida por el calor.

AMELIA.-  Yo tampoco.

MAGDALENA.-  Yo me levanté a refrescarme. Había un nublo negro de tormenta y hasta cayeron algunas gotas.
LA PONCIA.-  Era la una de la madrugada y subía fuego de la tierra. También me levanté yo. Todavía estaba Angustias con Pepe en la ventana.

MAGDALENA.-   (Con ironía.) ¿Tan tarde? ¿A qué hora se fue?

ANGUSTIAS.-  Magdalena, ¿a qué preguntas, si lo viste?

AMELIA.-  Se iría a eso de la una y media.

ANGUSTIAS.-  ¿Sí? ¿Tú por qué lo sabes?

AMELIA.-  Lo sentí toser y oí los pasos de su jaca.

LA PONCIA.-  Pero si yo lo sentí marchar a eso de las cuatro.

ANGUSTIAS.-  No sería él.

LA PONCIA.-  Estoy segura.

AMELIA.-  A mí también me pareció.

MAGDALENA.-  ¡Qué cosa más rara!



(Pausa.)




LA PONCIA.-  Oye, Angustias: ¿qué fue lo que te dijo la primera vez que se acercó a la ventana?

ANGUSTIAS.-  Nada. ¡Qué me iba a decir! Cosas de conversación.

MARTIRIO.-  Verdaderamente es raro que dos personas que no se conocen se vean de pronto en una reja y ya novios.

ANGUSTIAS.-  Pues a mí no me chocó.

AMELIA.-  A mí me daría no sé qué.

ANGUSTIAS.-  No, porque cuando un hombre se acerca a una reja ya sabe por los que van y vienen, llevan y traen, que se le va a decir que sí.

MARTIRIO.-  Bueno; pero él te lo tendría que decir.

ANGUSTIAS.-  ¡Claro!

AMELIA.-   (Curiosa.) ¿Y cómo te lo dijo?

ANGUSTIAS.-  Pues nada: «Ya sabes que ando detrás de ti, necesito una mujer buena, modosa, y ésa eres tú si me das la conformidad».

AMELIA.-  ¡A mí me da vergüenza de estas cosas!

ANGUSTIAS.-  Y a mí, pero hay que pasarlas.

LA PONCIA.-  ¿Y habló más?

ANGUSTIAS.-  Sí, siempre habló él.

MARTIRIO.-  ¿Y tú?

ANGUSTIAS.-  Yo no hubiera podido. Casi se me salió el corazón por la boca. Era la primera vez que estaba sola de noche con un hombre.

MAGDALENA.-  Y un hombre tan guapo.

ANGUSTIAS.-  No tiene mal tipo.

LA PONCIA.-  Esas cosas pasan entre personas ya un poco instruidas, que hablan y dicen y mueven la mano... La primera vez que mi marido Evaristo el Colín vino a mi ventana... Ja, ja, ja.

AMELIA.-  ¿Qué pasó?

LA PONCIA.-  Era muy oscuro. Lo vi acercarse y al llegar me dijo: «Buenas noches». «Buenas noches», le dije yo, y nos quedamos callados más de media hora. Me corría el sudor por todo el cuerpo. Entonces Evaristo se acercó, se acercó que se quería meter por los hierros, y dijo con voz muy baja: «¡Ven que te tiente!».



(Ríen todas.)






(AMELIA se levanta corriendo y espía por una puerta.)




AMELIA.-  ¡Ay!, creí que llegaba nuestra madre.

MAGDALENA.-  ¡Buenas nos hubiera puesto!



(Siguen riendo.)




AMELIA.-  Chissss... ¡Que nos van a oír!

LA PONCIA.-  Luego se portó bien. En vez de darle por otra cosa le dio por criar colorines hasta que se murió. A vosotras, que sois solteras, os conviene saber de todos modos que el hombre, a los quince días de boda, deja la cama por la mesa y luego la mesa por la tabernilla, y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón.

AMELIA.-  Tú te conformaste.

LA PONCIA.-  ¡Yo pude con él!

MARTIRIO.-  ¿Es verdad que le pegaste algunas veces?

LA PONCIA.-  Sí, y por poco si le dejo tuerto.

MAGDALENA.-  ¡Así debían ser todas las mujeres!
LA PONCIA.-  Yo tengo la escuela de tu madre. Un día me dijo no sé qué cosa y le maté todos los colorines con la mano del almirez.



(Ríen.)




MAGDALENA.-  Adela, niña, no te pierdas esto.

AMELIA.-  Adela.



(Pausa.)




MAGDALENA.-  Voy a ver.  (Entra.)

LA PONCIA.-  Esa niña está mala.

MARTIRIO.-  Claro, no duerme apenas.

LA PONCIA.-  ¿Pues qué hace?

MARTIRIO.-  ¡Yo qué sé lo que hace!

LA PONCIA.-  Mejor lo sabrás tú que yo, que duermes pared por medio.

ANGUSTIAS.-  La envidia la come.

AMELIA.-  No exageres.

ANGUSTIAS.-  Se lo noto en los ojos. Se le está poniendo mirar de loca.

MARTIRIO.-  No habléis de locos. Aquí es el único sitio donde no se puede pronunciar esta palabra.



(Sale MAGDALENA con ADELA.)




MAGDALENA.-  Pues ¿no estabas dormida?

ADELA.-  Tengo mal cuerpo.

MARTIRIO.-   (Con intención.) ¿Es que no has dormido bien esta noche?

ADELA.-  Sí.

MARTIRIO.-  ¿Entonces?

ADELA.-   (Fuerte.) ¡Déjame ya! ¡Durmiendo o velando, no tienes por qué meterte en lo mío! ¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece!

MARTIRIO.-  ¡Sólo es interés por ti!

ADELA.-  Interés o inquisición. ¿No estabais cosiendo? Pues seguir. ¡Quisiera ser invisible, pasar por las habitaciones sin que me preguntarais dónde voy!

CRIADA.-   (Entra.) Bernarda os llama. Está el hombre de los encajes.

1 comentario:

  1. Bien hecho, Javi.
    Ahora es el momento de añadir comentarios sobre la lengua del texto. Sigue la guía en el blog de aula por si te sirve de ayuda:
    https://losproyectosdecuarto.blogspot.com.es/2018/05/taller-de-ensenanza-del-espanol-pasos.html
    Adelante.

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